La familia Fortes es pionera en la tauromaquia española gracias a Mari Fortes, una figura destacada que comenzó su carrera como novillera en una época en que las mujeres aún enfrentaban limitaciones para torear a pie. Nacida en Cuevas Bajas, Málaga, su vocación surgió de manera inesperada a los nueve años, y, con determinación, se formó en el toreo tras la derogación de la prohibición en 1974. Mari Fortes toreó en plazas importantes como La Monumental de Barcelona, Pamplona y La Malagueta, y aunque una lesión le impidió tomar la alternativa, ha sido empresaria taurina, profesora en la Escuela Taurina de Málaga, crítica taurina y ganadera junto a su esposo, el banderillero Gaspar Jiménez.
Saúl Jiménez Fortes, su hijo, ha hecho historia al ser el primer matador de toros que hereda la profesión de su madre. Criado en un entorno taurino y entrenado junto a ella, desde joven mostró una gran vocación y entrega. Ha tenido actuaciones destacadas en Las Ventas, Pamplona y La Malagueta, donde protagonizó una valiente encerrona con seis toros. Apodado “el torero de los milagros” por su capacidad de superar graves cornadas, Saúl ha continuado el legado taurino de los Fortes, manteniendo viva su tradición en el ruedo con una reputación de gran valentía y profesionalismo.